MANIFIESTO INFORMALISTA


GRUPO  INFORMALISTA DE Barahona

EL ARTE COMO RELIGIÓN UNIVERSAL

LA RELIGIÓN COMO ENTE ESENCIAL

ATENEO DE BARAHONA

MODERADOR

POETA INFORMALISTA BIENVENIDO MATOS PEREZ


PRESENTACIÓN DE LA CONFERENCIA

POETA INFORMALISTA EMILIO REYES NOVAS

CONCLUSIÓN

ESCRITOR Y NARRADOR INFORMALSITA

PROF. CARLOS DARÍO SOUSA SANCHEZ









BENDICIÓN POR EL EVANGELISTA

VICENTE ARMANDO PEREZ CUEVAS



Todos de pie, con los ojos cerrados. Padre: en el nombre de Jesús te encomendamos todos lo que se haga en esta noche; toma el dominio, toma el control, Padre, en el nombre de Jesús. Amén.

































EL ARTE COMO RELIGIÓN UNIVERSAL






ABRAHAM MENDEZ VARGAS




LOS DOS POLOS MAGNÉTICOS

DE LA


POESÍA INFORMALISTA

(MANIFIESTO LITERARIO DE BARAHONA)




Dedicada a los poetas  y  escritores  de    Barahona,
en la   persona  del  escritor
y  narrador Carlos Darío Sousa Sánchez
y del novelista escénico Manuel Mora Serrano,
Informalista por antonomasia.


Estoy plenamente convencido de que el amor es un polo magnético.

Richard Bach, famoso norteamericano autor del relato Juan Salvador Gaviota dice que “Nada es Azar”.



Al final de su novela precisamente titulada “Nada es Azar”, en el Epílogo, Bach nos enseña que “La razón de los problemas es superarlos. Esa es la naturaleza misma del hombre, pensé. Llegar más allá de sus propios límites para comprobar su libertad. No es el desafío  el que define quiénes somos ni qué podremos ser. Lo que nos define es la forma en que afrontamos el desafío, prendiendo fuego a las ruinas o construyendo un camino a través de él, paso a paso, hacia la libertad”.

 “Esta era mi verdad y la verdad para mi país, Norteamérica”, y agrega este famoso autor norteamericano terminando su gran novela “Nada  es Azar”que “Los problemas son para solucionarlos. La libertad para comprobarla. Y en tanto tengamos fe en nuestros sueños, nada sucede por simple azar”.

Nada es, sin embargo, sin el puro azar, en tanto que es el gran vehículo de lo maravilloso. La obra armonizadora, entre la ley de la causación y lo informe del azar, son los polos magnéticos. Esos polos magnéticos que como el amor nos hace volver el rostro de los sueños, cuando la máquina del tiempo se detiene bajando la montaña del puente milagroso y sentimos que, no obstante estar apagado el motor de los deseos y las desesperanzas de El Polo, vamos subiendo la montaña de reversa, buscando el cielo que se quiebra entre las nubes pasajeras que nos convocan a comprobar amorosamente, no una ficción visual como dirían los ateos sobre una pendiente soñada, sino a verificar el espectáculo maravilloso del azar.

Son fenómenos de la naturaleza bajo el puente turístico de El Polo magnético que hacen perder sus efectos, anulando la ley de la causación inmediata, obedeciendo a una ley superior cósmica, informe, que se desborda más allá del influjo misterioso de allende estrellas que fijan aquí su frontera poética, porque fuera de la capa de ozono, no hay norte ni sur, ni este, ni oeste,  ni nada posible que la contravengan. El informalismo artístico, a partir de hoy literario además de pictórico hiperglobal, viene a ser, entonces, la última ley en que, gracias al puro azar, todas las fronteras de las formas reencausan su influjo máximo,  sincronizando  en  una  forma  propia  que  cambia constantemente como las nubes del cielo o como la imagen de las cosas en las aguas limpias del paraíso, quebrando el formalismo hacia un informalismo perpetuamente sembrado al pie de los polos magnéticos de la expresión sincera y emotiva. Entonces comenzamos otra vez la vida, bautizados contra la ira de las ideologías excluyentes y limitadoras de las posibilidades intrínsecas del hombre. Todo mundo podrá venir al polo magnético del informalismo, ecléctico y apasionado buscador de la verdad de las ciencias sin perder su fe en Dios, fuente generadora de toda Belleza, de todo Bien y de toda Sabiduría, y recibir el influjo existencial de los espacios intergalácticos, a cualquier hora del día o de la noche, porque así jamás podremos olvidar dos cosas: primero, que somos habitantes de una pequeña estrella suburbial harto cariñosa, como un sueño confederado en perpetua sinergia que nos hacen sentir acompañados de otros seres en otros mundos en muchas partes del universo; y, segundo, que los polos magnéticos del informalismo son una “tierra de nadie” donde todos podemos hacer caminos y talar  nuestro propio conuco de amores en el cielo y, con buen clima, en esa buena tierra, y con buena semilla, dar un buen fruto exportable a otras tierras desde la Perla del Sur, Barahona, tierra minera y heroica, tierra de poetas y escritores prolíferos y amantes del paisaje marino de hermosas costas que inspiran y obligan constantemente al acto creador de altos quilates, eternizando el espíritu indomable que se libera para siempre de la mujer diosa, que como la internet, luego de otorgadas las posibilidades, no hay matemáticas que digan adónde habrán de llegar.

Si no   hubiera sido un poeta alto y definitivo, con una praxis poética propia, Rainer María Rilke, al conocer el gran escultor Rodin y verle trabajar en su taller, por azar inclusive, Rilke no hubiera llegado “a la creación de la cosa de-arte” y, aún así, como es sabido, el “poema cosa” no obedeció a un esquema fijo, a pesar de presentarse como polo opuesto del romanticismo. En las Elegías de Duino, empero, Rilke, abandona “a la creación de la cosa de-arte”, o sea, el “poema cosa” a partir de las esculturas de Rodin, Rilke se supera a sí mismo. Esa misma construcción que es igual en todo talento verdadero y humano, en todo sujeto cognoscente activo en la búsqueda del conocimiento, debe esperarse de los poetas dominicanos de hoy, si verdaderamente procuran la herencia del pasado y la renovación estética. En fin, en el iceberg gigante de rayos sobre las nubes del amor de los polos magnéticos de la poesía informalista, el gusto no está en discusión, pero sí preferimos integrar los mejores gustos del océano de la memoria del hombre sobre la ciudad de la fantasía. Igual sucedió con Bretón, que junto a Francis Picabia, eran la batuta detrás y delante de Dadá, cuando vio que Dadá se extinguía a causa del cansancio, cansancio de todo: de la burla y del nihilismo, de la fácil aceptación y  del ruidoso rechazo público, y a pesar de haber expresado que no concebía que un hombre deje huellas de su paso en la tierra, proclamándose nómada hasta en la forma de abordar las ideas, Bretón se levantó contra el racionalismo y logicismo reinante y llamó, gracias  al puro azar, a abandonar todo, incluso al dadaísmo, y abraza, entonces, el psicoanálisis de Freud, fijando nuevos caminos entre perdidos caminos en el tiempo; Bretón logra reorientar el mundo de la poesía y el arte en general, al denunciar un filón hasta ese momento casi intacto e inexplorado a conciencia: el filón de los sueños, bajo el imperio magnético de una nueva técnica: la escritura automática.  Así nace el suprarrealismo, conocido por el barbarismo surrealismo, pero que es como suena mejor.

No cabe la menor duda de que, como dijera Tzara, quien había defendido la espontaneidad dadaísta sosteniendo que ”la escritura carecía de gobierno“, tenía la razón cuando dijo que el superrealismo nació de las cenizas de Dadá, y, sin embargo, a pesar  de que Dadá carecía de disciplina de grupo y cada dadaísta era libre de buscar sus afinidades estéticas, Tzara, junto a otros, continúa su afiliación dadaísta, a pesar de que se había extinguido a causa del cansancio de todo.    

En “Síntesis del Arte Universal”, José Antonio Pérez Rioja nos enseña respecto del Informalismo lo siguiente: “En el proceso evolutivo de la abstracción se ha pasado, desde 1950, aproximadamente, al llamado “informalismo” que, como hemos dicho, preferimos denominar aformalismo (= privación de forma).// Lejanos precedentes del aformalismo podemos buscarlos en algunos lienzos de Rembrandt, Goya, Turner y Claude Nonel. // Pero son los franceses Jean Fautrier (n. 1898) - series de sus “Otages”- y Juan Bubuffet (no.1901), con sus configuraciones informales” (“Corps de Dame”) los iniciadores del aformalismo actual, a los que cabe añadir otros muchos nombres...”

En fin -dice Pérez-Rioja en su “Síntesis....”,- que “desde hace algún tiempo, la corriente no figurativa ha entrado ya en crisis, y de un modo un tanto impreciso surgen nuevas tendencias: el nuevo realismo, “Los nouveaux réalistes”, publicó en 1960 al crítico francés Pierre Restany, siendo suscrito por diversos artistas (Klein, Arman, Dufrene, Hains, Raysse, Spoerri, Tinguely, César, Rotella, Kiku de St. Phalle, Deschamps, Chistro). Esta tendencia, en 1962, pasó a los Estados Unidos, sumándosele otros artistas (Oldenburg, Segal, Dine, Wesselmann, Lishtenstein, Warnol, Rosenquist)” (Obra citada página 414-415, Editorial Tecnos, S. A.; A.-1970, Impreso en España).  

Y desde esa España que ama las cosas del espíritu, en pleno siglo XXI, por el Listín Diario el poeta ochentista Tomás Castro Burdies, en un artículo titulado “De España a Monte Cristi”, hace honor al polo magnético del informalismo dominicano, al terminar con estos versos del poeta Domingo Moreno Jiménez, “Palabras a Dios”; “Señor: soy pequeño pero te amo:/Señor: bien es verdad que tu llenas el mundo:/ Señor: cierto es que el que está contigo ya no se encuentra solo”, y es que Moreno Jimenes, el creador del Postumismo, proclamó el Arte como Religión Universal y, al igual que Dámaso Alonso en España, después de la trasguerra y antes de la Segunda Guerra Mundial, cuando el existencialismo devino a ser ateo, ellos reconciliaron al hombre con Dios, sin dejar de ser existencialistas.

El informalismo es la privación de forma, aformalismo. Incluso de forma postumista y surrealista. Confirmamos empero, que toda la imagen es la poesía, y que forma y fondo, mezclando mediante el acento emocional instintivo idea y emoción, serán un mismo ser sobre el péndulo del tiempo de la creación. Ya no hablando sólo del cuerpo  y del alma, como desde Heráclito y Parménides. Así como Marx dividió  el sistema capitalista en burguesía, oligarquía y obreros, Freud, en cambio, dividió la mente, si mal no recuerdo, en Ello, en Yo y Super Yo. Es de todo conocido que las tendencias del psicoanálisis convirtieron en fósiles muchas de las ideas freudianas, otras permanecen. Al principio a Bretón se le acusó de confundir la poesía con el psicoanálisis. Hay mucha psicología en la poesía de Moreno Jimenes. Si bien es cierto que hay una memoria que es auditiva, una memoria es sinestesia, una memoria que es sensorial, independientemente de que estas memorias puedan ser, a su vez, memoria musical, memoria espacial, memoria matemática, etc., es de todos conocido que la memoria se divide en consciente y subconsciente, que el primero ocupa el 5% ó 10% de la mente,  mientras  que  el  subconsciente  o inconsciente abarca   el 90 %  ó 95 % de la memoria, y que el subconsciente es deductivo, pero no inductivo; el sólo proporciona las respuestas que el consciente le pide, pero que el consciente es deductivo e inductivo a la vez. En efecto, como el cerebro piensa y siente a través de imágenes, el informalismo, por tanto, hace que la reina del arte pictórico y de la poesía sea, entonces, la imagen, que como dijera Moreno Jimenes, en ella reside toda la poesía. Por tanto, el reinado de la imagen, en la cual reside toda la poesía, como soporte básico de los habitantes de la ciudad de la fantasía, va más allá, en la poesía postumista, del Criollismo, y busca la verdad trascendente en la realización de  una obra que en conjunto  “sitúe al hombre en la realidad objetiva de su esencia libertada y podrá ser grande América, el día que se olvide de sí misma” como declaró Moreno Jimenes nueve años antes de la fundación de La Poesía Sorprendida, en una evidente búsqueda del hombre universal en la realidad objetiva de su esencia libertada. Los informalista de Barahona estamos claro.

Es increíble que don Bruno Rosario Candelier en el pórtico que escribió para la última antología del Ateneo Insular y del Grupo Interiorista, fundado el 28 de julio del 1990, días después del último número del Suplemento Cultural Coloquio, del periódico El Siglo, también desaparecido, en el cual apareció una publicación de los poetas de Neiba que incluyó el poema que hoy he titulado Sinfonías de la paternidad, haya declarado, lo siguiente

“No somos la síntesis de movimientos dominicanos porque las tendencias precedentes, como el Postumismo o la Poesía Sorprendida, no fraguaron la imagen poética ni la técnica de la escritura que les diera la categoría estética de Movimientos Literarios. Aplicaron principios estéticos de movimientos establecidos (Criollismo, Simbolismo, Surrealismo, etc.), y aunque nosotros hacemos otro tanto con relación a movimientos de la literatura universal (Misticismo, Trascendentalismo, Simbolismo, etc.), aportamos una nueva visión del mundo, con tono, técnica de imágenes diferentes, que es lo que hace posible la creación de una nueva sensibilidad estética. Recrear los valores del pasado dándoles nuevos matices y sentidos es una manera de renovación.”

“Para esta meta –observa Rosario Candelier,- proponemos, en primer lugar, el cultivo de los valores interiores, entre los cuales figuran la empatía cósmica, el amor, el silencio contemplativo, la armonía, la ternura, la paz interior, la bondad, el crecimiento espiritual, la demanda de lo superior, etc. En segundo lugar, la búsqueda de lo Absoluto, a través de la contemplación y la valoración de lo peculiar y lo genuino de cada cosa o elemento”.

Ciertamente, como se puede apreciar en forma evidente, contrario al Movimiento Postumista hoy el grupo interiorista no propone principios estéticos que produzcan la renovación del verso ni del lenguaje de este tiempo, como intentó hacerlo Manuel Rueda con el Pluralismo contra el verso libre lineal de Moreno Jimenes, por lo que la propuesta del Grupo Interiorista, cae, a nuestro humilde modo de ver las cosas, en el diletantismo y carece, por tanto, de propuestas que trabajen el lenguaje, en lo formal. Sin embargo, como se verá más adelante, tenemos puntos comunes, y, aunque Bruno no lo quiera aceptar ¿quien que sea poeta en Dominicana, no es postumista? Además, como es sabido, al misticismo se llega a través de dos caminos; primero, por vocación, cuando el hombre es llamado por Dios a fin de que le sirva como siervo en los negocios espirituales que buscan la salvación del mundo; y segundo, por ascetismo, cuando el hombre es quien busca a Dios por voluntad propia; y en todo caso, una poesía esencialmente mística, como la Fray Luis de León, requiere un vínculo permanente entre el hombre y Dios, pero cuando nuestro oficio o profesión es secular, nuestra poesía es mística en forma excepcional, como un hito en la gran montaña del tiempo. Hasta prueba en contrario, el misticismo interiorista, estará forzosamente dentro de esos límites.

Volviendo a Andrés Bretón, recordemos que cuando el autor de Nadja escribió esta bella imagen “Hay un hombre cortado en dos por la ventana”, trazó la brecha que la separó definitivamente de Dadá, palabra esta que significa caballito de palo. Moreno Jimenes mismo, en su breve poema de versos libres titulado Hora Azul, dice: “Bisbiseo de sombras en el puerto”, y más al final dice: (¡Ay Dios!; Qué será de las lilas/ con medio cuerpo bajo el cieno y medio cuerpo sobre la vida!
                           
Etienne Gilson, en un trabajo titulado Europa y la Liberación del Arte, nos enseña lo siguiente:

“Primero, se dirá, sin duda, que volvemos simplemente a la famosa doctrina del arte por el arte, y que si es eso todo lo que Europa puede ofrecer hoy al mundo, el regalo no es nuevo ni seductor.

“Pero no es eso lo que hemos querido decir. Si el arte es por esencia la aptitud de producir cierta clase de objetos, su fin no podría ser él mismo, no puede ser más que el objeto que se propone producir. En vez de hablar de arte por el arte, deberíamos, pues, hablar del arte por los bellos objetos que tiene por fin producir. El arte no podría ser él mismo, en ningún caso, su propio fin”, (p. 287)


“El arte no es el fin supremo de la vida humana; el artista no es el solo y único tipo de hombre superior que se puede concebir. La verdad y el bien, de los que la belleza no es más que una variedad, tienen también derechos que imponer. Puesto que todos esos trascendentales no son sino aspectos diversos del ser, hay razón para querer que el artista se comprometa, pero no puede comprometerse más que como hombre, no como artista. A título de artista no puede comprometer su arte más que hacia el fin propio del arte, del que se decía justamente que era la obra de arte por producir, y ninguna otra cosa. Como hombre, el artista puede tener otros fines, que serán religiosos, políticos, sociales, económicos y morales. No acabaríamos de enumerarlos. Puede también desear que la religión, la justicia social o el bien moral se beneficien de lo que sus obras puedan añadir de atractivos, de encanto, hasta de fuerza de persuasión, pero nada de esto es esencial al arte. En su propio orden, el arte está presupuesto por cualquier uso que se quiere hacer de sus obras.  En efecto, para que sea utilizable a un fin cualquiera, es preciso primero que el arte exista en cuanto lo aparten, por poco que sea, de su fin propio, que  es  engendrar  la belleza” (Pág. 288). En consecuencia, al declarar el Arte como Religión Universal, previa declaratoria de principio de que para ponerlo a la altura de un sacerdocio había que dominarlo plenamente, D. Moreno Jimenes coincide plenamente con Etienne Gilson, y por eso era al final de sus poemas que Moreno Jimenes cruzaba transversalmente a Dios con tanto fervor, porque, como artista, su fin primordial era producir poemas sin rimas ni métrica, sin nada de lo que la retórica pide a gritos aun hoy, era un compromiso, en fin con el lenguaje poético, de acento emocional.      

Es bien sabido que todo lo que existe en el universo tiene fuerza y vida  interior. Aprehendámosla, en sus elementos esenciales, que se vea su luminoso interior, y agrandemos la visión fenoménica. No copiar, no imitar su aspecto exterior, impresionados. Como un niño asombrado, inventemos nuevos cielos y veremos que los ángeles nos visitarán   y hablarán desde los sueños impresos en los objetos producidos por el acto creador. Como sujetos cognoscentes que somos, aquello que ha trascendido los discos de oro del corazón, debe quedar igualmente atrapado como objeto poético, y devolvamos al mundo, desde el fondo de nuestro subconsciente, con todas sus propiedades esenciales y espirituales, esa bella perla que es posible, milagrosamente, gracias a la autodefensa que ha inventado la ostra del alma, a causa de la arenita de amor lunar que ha caído en su habitad maravilloso, como una perla dibujada en las gotas del rocío sobre la rosa del alba, cuando el sol pronuncia con sus primeros rayos al amanecer el nombre de Dios sobre las nubes de siempre.
 II

Visto así, el Informalismo, pues, está en Barahona, en el  polo magnético sobre el puente entre montañas ideales en que confluyen Postumismo como vanguardia americana sobreviviente, y Surrealismo como vanguardia europea sobreviviente, por ser capas de ozono en la órbita planetaria del arte post-moderno, y que han de cruzar transversalmente, como techos, invencibles, de la casa del espíritu, los saberes de toda imaginería que convive y sincronice las realidades deformes de los sueños con los espejos de sombras de la vida. Veremos por qué, más adelante, a causa de su gran valor fenoménico, el Informalismo es uno de los mayores epígonos de la vanguardia de nuestros días. Después de la segunda guerra mundial, cuando el hombre demostró que es capaz de auto-destruirse de manera global, en una guerra donde no hayan vencidos ni ganadores, sus diferentes modos expresivos se sintetizan en dos extremos: búsqueda de la verdad y eclecticismo. Acentuase el individualismo, la rebeldía, sin un estilo uniforme, dejando en libertad las construcciones de sus integrantes. Combinando Informalismo y Postumismo, con las mejores virtudes de  éste movimiento literario americano con las directrices sobrevivientes  del Surrealismo, al final propondremos las vías obligatorias que nos imponen el fruto del tiempo, sin exclusión, sino más bien dispuestos a seguir integrando nuevas vías coincidentes en lo fundamental, en forma inclusivista.

La Historia Universal nos enseña que “La vigencia del informalismo se extiende con mayor pujanza en el tramo comprendido entre los años cuarenta y sesenta, cuando las distintas tendencias tuvieron como denominadores comunes, además del uso del gesto espontáneo en el proceso creativo, la integración en la obra arte de materias muy diferentes y el papel protagonista acordado a la imaginación. Otro rasgo compartido fue el rechazo del arte figurativo en pos de una abstracción lírica, es decir, la renuncia expresa de las representaciones ordenadas o geométricas y la potenciación, en cambio, de las intuitivas” (Siglo XX de 1995 a la actualidad, Instituto Gallach, Pág. 3852).
  
Más adelanta, la  Historia Universal nos enseña que “La vinculación española con el arte informal se  hizo  a  través  del grupo  El  Paso, formado en 1957 por Antonio Saura, Manolo Millares”, entre otros como el escultor Martín Chirino, y Tápies, quien se convertirá en uno de los representantes más carismáticos del informalismo europeo; combina en sus obras un expresionismo barroco de fuerte intención visual, junto a una gran contención intelectual, en una creación equilibrada” (página 3852).

Demás está decir que el incentivo proveniente del informalismo han surgido otras tendencias, como son “La nueva figuración” que ha proporcionado, como lo hizo Moreno Jimenes en su poema El Haitiano, así como en el poema El Ocaso de un Hombre, una imagen recuperada del hombre.

Nos enseña la precitada  Historia Universal (Tomo 10), que “la recuperación de la figura humana para el arte es, precisamente, una de las premisas que permiten asociar a autores tan dispares dentro de la nueva configuración....” y que en América Latina, dentro de esa tendencia, tenemos al colombiano Fernando Botero, que ha creado una nueva tipología del retrato, pleno de humor y de sensibilidad, tal como se puede apreciar en el retrato titulado La Coleccionista, que nos recuerda la imagen que nos deja el poema en prosa Acuarela, de Moreno Jimenes, después de haberse leído.

Todo ello viene a cuento, porque en “”El Poema de la Hija Reintegrada”, de Domingo Moreno Jimenes, éste   pide a su hija que  falleció poco después de haber nacido, “que despierte, adulta de comprensión más que su padre”, cuando para los cánones religiosos la hija reintegrada ya estaba en el limbo, con las almas que mueren antes de la edad de la razón, sin bautismo. El limbo es también, un lugar celestial destinado a los santos y patriarcas que esperan la redención del género humano. Al pedirle a su hija “hazme tomar la resolución de los otros”, queda reintegrada a la vida del poema, salvándola del olvido, eternizándola, pues no puede resucitarla como Cristo hizo con Lázaro, y por eso alude la resurrección de los muertos  cuando espera que su hija “despierte, adulta de comprensión más que su padre” que aún es un ser finito y mortal e ignora los misterios profundos de la naturaleza de Dios. Si dentro de la poética de aquellos tiempos, si eso no es superrealismo ¿qué fue entonces? El postumismo es literatura informalista de hoy, porque entonces no fue sino literatura de mañana o de pasada mañana, y sobrevive, como lo ha hecho el surrealismo francés en todo el mundo, a causa de su tinte romántico, para-científico y su afán sistemático integrando en sus postulados poéticos, como lo hizo con Los Nuevo de La Vega con Suro a la cabeza, con los integralistas de Puerto Rico, y con la propia Poesía Sorprendida con el poeta Franklin Mieses Burgos en la punta de la lanza del esteticismo poético, en modernos Triálogos con Alberto Baeza Flores y Mariano Lebrón Saviñón, las vías normativas propias de la post-modernidad vanguardistas.

En el Breve Diccionario de Términos Literarios, aprendemos que el término Formalismo es “usado por la teoría crítica literaria en general para definir o englobar las posturas literarias que enfatizan el aspecto formal de la obra, como un rasgo en sí mismo o como la característica que coloca a la obra en una corriente estética determinada. En tal sentido, se contrapone el formalismo al contenido o fondo de la obra”(Alianza Editorial, Madrid, 2000).

En el Breve Diccionario de Términos Literarios antes dicho, aprendemos que “en la crítica literaria del siglo XX la dicotomía entre la forma y el fondo ha sido rechazada por la estilística, la glosemática, el formalismo y la crítica semiótica. Para Hjelmslev, que distingue un doble plano en la formación del enunciado (contenido y expresión), el concepto de forma está incluido tanto en el plano del contenido como de la expresión: el significado será la forma del contenido, y el significante, la forma de expresión. Pero es que, además, la expresión es siempre expresión de un contenido, y el contenido es siempre contenido de una expresión. En cuanto al formalismo, toda la serie de procedimientos o artificios utilizados en la configuración de un texto constituye el contenido formal del mismo”.

Sin embargo, para Johannes Pfeiffer, en su obra La Poesía Hacia la Comprensión de lo Poético“,  el acceso a la poesía se ve siempre amenazado por dos grandes peligros; uno de ellos se llama «diletantismo» y el otro «esteticismo». Si el diletantismo destruye la unidad de fondo y forma materializado al fondo, el esteticismo, por el contrario, la destruye formalizando la forma” y por eso Pfeiffer sostiene que “la contraposición con estos dos falseamientos, el análisis de las creaciones poéticas quiere revelar justamente ese punto medio en que esencia y palabra vienen a fundirse, y en que un modo de verdad se ha vuelto realidad en el encanto de la forma”.

En otra parte, nos enseña Pfeiffer que “la lírica nos enseña que es difícil utilizar la poesía como distracción, pues un poema lírico no es divertido, sino más bien aburrido. La lírica nos enseña   que  es difícil relegar la poesía a la calidad del sustituto de la vida, pues un poema lírico no es emocionante, sino más bien monótono. La lírica nos enseña que es difícil concebir la poesía como filosofía disfrazada, pues un poema lírico no es claro como el entendimiento, sino más bien un crepúsculo indeciso alumbrado por el temple del ánimo”.

“Que la poesía no es distracción, sino concentración, no sustituto de la vida, sino iluminación del ser, no claridad del entendimiento, sino verdad del sentimiento; y que en la poesía no importa la forma «bella», sino la forma «significativa», eso es lo que queremos mostrar otra vez, adiestrando de nuevo la mirada de lo que hemos visto anteriormente” (Pág. 90-91). En fin, Pfeiffer recomienda lo siguiente: “

El primer paso hacia esa pureza consiste en aprender a no quedarnos insensibles ante lo que nos parece obvio. Debemos hacernos sencillos e ingenuos; debemos preguntar conscientes y expresamente por cuanto creíamos ya sabido y conocido, cambiar los grandes billetes de la compresión, consagrada por humildes moneditas; sólo así podremos llegar a la esencia de las cosas” (Obra citada página 14, Fondo de Cultura Económica, México - Buenos Aires, 41, La Poesía, 1966, Cuarta Edición).

Si bien es cierto que el informalismo es supresión de forma, aformalismo, entonces al pretender en su poema-manifiesto titulado Aspiración: “Quiero escribir un canto/ sin rima ni metro;/ sin armonía, sin ilación, sin nada/ de lo que pide a gritos la retórica”, es obvio que Moreno Jimenes aspiraba suprimir, como en efecto suprimió el formalismo clásico, constituyéndose en el primer gran informalista universal americano.

Pero, igualmente, al querer que fuese un “Canto que tuviera,/ sólo dos alas ágiles,/ que me llevarán hasta donde quiere,/ con su sed de infinito,/ en las noches eternas volar el alma/. Canto que, como un río,/ fuera diáfano,/ y en su fondo se vieran/ como piedras cambiantes, mis ilusiones;/ como conchas de nácar mis pensamientos,/ como musgos perpetuos mis ironías/ sobre los arenales de mi esperanza./ Y allí mostrarme todo/ como soy en la vida/ y seré tras la muerte/ cuando la eternidad orle mi gloria/ con sus palmas de luz”; es obvio, repetimos, que D. Moreno Jimenes, en el río diáfano de la vida se ve hoy “como piedras cambiantes, mis ilusiones”, y esas piedras cambiantes es precisamente un informalismo que tendiera, en los vuelos del alma, a una construcción constante e integradora. Veamos qué sucede en la lectura del poema titulado Postumismo, que es, en la realidad de verdad, la concreción de todo lo soñado o manifestado en el poema Aspiración.

Postumismo

Una palma real
esbelta y armoniosa como son las palmas
inicia su balanceo rítmico
frente a mi ensimismamiento estático.
El aroma del café
pilonado en la cercanía,
me presta un esbozo viril,
que enmascarado de un vigor de salud,
es sólo ansia indescriptible
de una forma instintiva
y perfecta.
Salgo a tomar el fresco
pero enseguida estoy de codos sobre el alféizar,
atraído por la magia
de aprisionar en tres parcos renglones
el instante vivido.
Veo los niños construir hornos de tierra,
y en seguida me punza la locura
de amasar con arte sus juegos
o eternizarlos en una imagen atrevida y nueva
que es lo mismo.

(Con todo
el tiempo apenas reparó que yo irrealizaba).
                                              

D. Moreno Jimenes).


En el poema antes leído, llamado Postumismo, D. Moreno Jimenes muestra una personalidad equilibrada, sobre el presente, pero que, inmediatamente, reflexiona y plasma en versos, en una imagen atrevida y nueva que es lo mismo, eternizando el instante, al mismo tiempo que no pierde el hilo del presente y ve los niños construir un horno de tierra, que son motivo de inspiración, de esa  locura  de  la creación poética, y con todo, ese poema expresionista, termina en el acostumbrado acento emocional, que consiste en unos versos finales que aparentemente, por su gran carga existencial, parecen caotizar el poema todo, D. Moreno Jimenes, reflexiona sobre el tiempo, que no tiene conciencia de sí mismo, “con todo”, expresa Moreno Jimenes, que “el tiempo apenas reparó que yo irrealizaba”, porque, en definitiva, en tanto que ser finito, el hombre es, como Dios, el que tiene conciencia del tiempo, y por eso lo conjuga en forma genial en su poema Postumismo. Y si esto no es suprarrealismo, en aquel y en este tiempo, ¿qué es o fue, entonces? Ahí están las dos alas  ágiles del canto.

Mi poema titulado Informalismo, que dedico a don Angel Luis Patnella, alma heroica y firme de Barahona, ha encantado al gozador más alto de la estética de todos los tiempos en esta Región Enriquillo, me refiero al profesor Carlos Darío Sousa Sánchez, escritor y narrador tímido para publicidad pero de una formación cultural extraordinaria y sobre todo de un alma limpia, como debiéramos ser todos los hijos de esta abandonada región dominicana, y por eso, antes de terminar estas palabras sobre los polos magnéticos del Informalismo, parece obligatorio ponerlo como ejemplo de poesía informalista, según algunos de los poetas de Barahona me han pedido hablar sobre la poesía informalista, tal como subtitulé mis “Sinfonías de la Paternidad”, poemario que publiqué en este mismo año.

Veamos el poema:




Informalismo

(Nota: leer este poema en la página correspondiente de EL DIOS LEVANTADO, a fin de no repetirlo aquí, en economía de páginas)

Manuel Mora Serrano, en su libro inédito Historia y Antología del Postumismo y el Vedrinismo, nos enseña cuál fue realmente el credo de la revolución poética de Domingo Moreno Jimenes.

En resumen, Moreno Jimenes postulaba lo siguiente: “Nosotros creemos que la belleza está en todas las cosas. Nuestro ideal, es presentar todos los motivos de arte tras el cristal de un estilo diáfano. Por eso estamos tratando de suprimir todas las imágenes que no nazcan espontáneamente de nuestras intenciones estéticas”.  “Entre nosotros todo se reduce a ver la realidad interna o exterior a través de nuestras emociones. Para poder hacer eso propiamente, era menester que nos valiéramos de una nueva forma. La necedad de buscar i encontrar esta forma hábil para la realización de nuestro arte nos indujo a romper los moldes existentes”. “Pues verá: A fines del siglo XIX i a comienzos del XX predominaban dos tendencias en la poesía moderna de España i la América Hispana. Los que militaban en una de esas tendencias proclamaban el ISOSILABISMO como condición esencial, mientras los otros, los de la otra tendencia, consideraban el ACENTO como la base armónica de todo verso”. “Sí, sí. Yo iba diciendo que, efectivamente, conozco endecasilabos blancos de Luis Urbina, Rubén Darío i Eduardo Marquina en los cuales el propósito artísticos ha sido realizado casi cabalmente”. “Leopoldo Lugones, Luis Llorens Torres i el mismo Rubén Darío introdujeron en Hispano América el verso libre rimado. En los Sonetos Sinfónicos de Lorens Torres he podido comprobar dentro de una encomiable economía de estilo una plasticidad parnasiana no menos laudable. Ya antes José Asunción Silva había cultivado el verso libre, de acento periódico, con extraordinario éxito. Esta modalidad carece  de la flexibilidad indispensable a esa ansia de liberación que ya se percibe en todos los ámbitos del mundo”. “Nuestra tendencia es reaccionaria a la vez que evolutiva. Del creacionismo adoptamos el alma en los sentidos. Es decir,: nosotros creemos que para la realización de una poesía eximia y fuerte se hace necesaria una mayor actuación de los sentidos. Pero no comulgamos con sus abstracciones”.
           
En la revista de La Poesía Sorprendida, teniendo como lema “Poesía  con el hombre universal”, contrapuesta diametralmente con la poesía con el hombre nacional atribuida a los postumistas, contiene muchas páginas que pretendieron socavar las extraordinarias proezas del Postumismo y de su creador D. Moreno Jimenes. Bueno es recordar que Juan José López Ibor, en su gran obra filosófica titulada “La Aventura Humana”, nos enseña que “el hiato entre lo general y lo singular es insalvable. Si algún puente se construye será, incluso, a partir de lo singular y no de lo general”. La expresión “Poesía con el hombre universal” fue, pues, una construcción a partir del hombre nacional, o sea, a partir de lo singular, en buena lógica. Un importante autor de La Poesía Sorprendida, Antonio Fernández Spencer, que sobrevivió casi una década a Moreno Jimenes, pues Spencer falleció  una noche de marzo del 1995, en el prólogo que escribió un año antes para la antología que la Universidad Interamericana publicara a Lupo Hernández Rueda, titulada Como Naciendo Aun, mantiene su ensañamiento contra el Postumismo y su creador D. Moreno Jimenes, pues afirma, entre otras barbaridades que “Vigil Díaz es, sin disputa, el precursor en el país, de la modernidad: el poema como sorpresa,  tal vez aprendida en Jules Laforge, y de lo más virtualmente poético en los poemas que escriben los poetas dominicanos que empiezan a  publicar en el decenio del 40”, y que, además, dice Spencer, “la modernidad en 1921 para la literatura dominicana es Vigil Díaz y no Domingo Moreno Jimenes, ni el postumismo. Y el “manifiesto postumista”, con el cual se oficializa, es texto contra-vanguardista”, y hoy nos preguntamos si en el primer manifiesto surrealista André Bretón no  era,  expresamente  contra-vanguardista.  Es más,  como todos esos vituperios no han podido impedir que la eternidad, tras la muerte de Moreno Jimenes acaecida en el año 1986 “orle su gloria “con sus palmas de luz”, no hay que gastar más tinta en hacer una defensa que el creador del postumismo dejó al mañana (y si no logra una comprensión cabal) o a pasado mañana, basta proferir que Moreno Jimenes tiene el pleito ganado en la comunidad mundial, pues el Diccionario de Literatura Universal OCÉANO nos enseña sobre el particular que “La antología Del movimiento postumista (1922) marcó la irrupción de las vanguardias en la poesía dominicana, encabezadas primero por Domingo Moreno Jimenes y Rafael Augusto Zorrilla, a los que luego se sumó el grupo de autores reunidos entorno a la revista La Poesía Sorprendida (fundada en 1943)”. Pero, aunque a diferencia  de los surrealistas franceses entre los sorprendidos dominicanos no hubo comunistas declarados, ni defendieron el suicidio del poeta ruso Vladimir Maiakovski en el apartamento que habitaba en 1930 en San  Petersburgo, en evidente protesta contra el stalinismo, basta recordar que también López Ibor nos enseña que “no hay matemática para las relaciones humanas”. Querer satanizar el movimiento postumista fue el mayor error histórico de Antonio Fernández Spercer, como crítico literario. Nosotros preferimos al Fernández Spencer de A orillas del filosofal.
  III


Después de la trasguerra, el espíritu del hombre sufrió un gran colapso existencial y la obra de Moreno Jimenes fue, en dominicana, incluso estando la República intervenida militarmente por los Estados Unidos de Norteamérica, el mayor acto libertador del espíritu de la dominicanidad. Ya no éramos colonia de España. Al igual que Dámaso Alonso en España, donde el endecasílabo clásico y el octosílabo eran  las formas comunes entre los poetas españoles, formas métricas ya cansadas, y Dámaso Alonso con Hijos de Ira, renovó la vieja  España introduciendo el verso libre con toda la rebeldía proveniente, como era natural, de la revolución española del 1936-39, pues se impuso el franquismo. La gran labor de Moreno Jimenes se acrecienta si tomamos en cuenta que todos los países iberoamericanos, en su guerra de independencia contra España, pasaron a odiarla y, por consiguiente, su literatura. Pasamos a ser románticos con Lord Byron, con Víctor Hugo, con Jean Jacobo Rouseaux. Duarte y Bolívar son dos clásicos ejemplos.  Nuestros constituyentes traspolaron preceptos constitucionales de los Estados Unidos y de Francia y de España apenas pervivió el gobierno municipal, el Ayuntamiento, pero dimos la espalda a su literatura, salvo algunas  honrosas excepciones que tuvieron influencia de románticos españoles como Esproceda. Sin embargo, es bien sabido que la República Dominicana fue el único país hispanoamericano que no obtuvo su independencia producto de una guerra contra España, sino de una pequeña nación que comparte con ella la Isla de Santo Domingo, es decir, nos independizamos de la República de Haití, quien a su vez había logrado su independencia en una cruenta lucha contra Francia. No fue sino durante el proceso de la Restauración, de 1861 a 1865, cuando los dominicanos  logramos  romper  definitivamente el cordón umbilical del amor hacia la  Madre Patria, y por eso en su Historia de España el historiador español J. Moreno Escribano, S. J., registra la “Independencia de Santo Domingo” en el año 1865, cuando “renunció España a la soberanía  de esta República” (párrafo 497, tomo III). En consecuencia y dicho sea de paso que el Modernismo surge cuando una burguesía y una oligarquía se apoderan del poder después del 1882 en hispanoamérica, inaugurándose los cantos del cisne y los cuentos de hadas en los salones aristocráticos, es obvio, que, al retorcerle el cuello al cisne con un canto nuevo con tinte romántico y nuevos matices, proclamando luego el arte como religión universal, inaugurando la dominicanidad, es evidente que desde todo punto de vista, que la revolución poética protagonizada por Domingo Moreno Jimenes, dentro del contexto de las vanguardias mundiales, fue más allá y tiene méritos aún no computados dentro de la rebeldía social, al grado que fue llamado el Lenin y tildado de comunista. Únicamente André Bretón en Francia se le compara plenamente, salvando las diferencias y grados de influencia a escala internacional. Hoy día, dicho sea de paso, España reconquista hispanoamérica a través del Quijote de la Mancha, o sea, mediante los lazos culturales comunes.  Antes de terminar, no holgaría proferir que contrario a todos esos polos magnéticos opuestos al postumismo, base esencial del informalismo moderno, Guillermo de Torre, nos enseña en su Historia de las Literaturas de Vanguardia que André  Bretón  no  fue  excluyente  en cuanto a quiénes habían sido “surrealistas” antes y después  que  él. “Finalmente - nos dice Torre,- una relación de aquellos ”dando fe de superrealismo absoluto”: Aragón, Baron, Boiffard, Bretón, Carrive, Crevel, Deltil, Desnos, Eluard, Gérard, Limbour, Malkine, Morisse, Naville, Noll, Péret, Picon, Soupault, Vitrac, Seis años después, cuando Bretón publica el segundo Manifiesto no le quedan más que tres nombres fieles: Aragón, Eluard y Péret, aunque otros se hayan incorporado. Mayor vigencia conserva cierta relación de                           precursores superrealistas. Encabezándola con “Dante y,  en  sus  mejores  días Shakespeare”,   seguía    luego   una   larga   lista:   Swift,   Sade, Chateaubriand, B. Constant, V. Hugo, Saint-Hohn Perse, Rouseux: (obra citada, página 26). Y nosotros agregamos a D. Moreno Jimenes, como lo hubiera hecho Bretón, si lo hubiera conocido, apartado de la  mirada de La Poesía Sorprendida.

Rechazar a comienzos del mil novecientos tener en sus calderos zurrapas de Verlaine, de Mallarmé, de Tristán y de Laforgue, y considerar que son respetables divinidades como Homero, Virgilio y Schakespeare, y pretender seguir “modelando la estatua aunque ésta no tenga más espejo donde mirarse que en el del cristal de las charcas”, en 1921, en la Colina Sacra, en el punto B) del Manifiesto Postumista, firmado por Zorrilla, es evidente que los postumistas buscaban la perpetuación de cada obra a causa de los propios méritos de cada uno de sus integrantes, lo que significó en la realidad la afirmación de la libertad individual y el eclecticismo. De suerte que los franceses descubrieron algo que era común en América, la magia interior, el realismo mágico. Hay pues, en el Postumismo, esa visión coincidente con los franceses. Dos poemas en prosa escritos más o menos en el mismo tiempo, uno por André Bretón, y otro por Moreno Jimenes, comprueba tal afirmación. Veamos.

Un fragmento del poema en prosa LA DAMA DE LOS CUADROS, de Bretón, dice así

“Muy joven, abrí los brazos a la pureza. Fue apenas un estremecimiento de alas en el cielo de mi eternidad, un latido de corazón amante que late en los pechos conquistados. Ya no podía caer nunca más.

“Amando al amor. En verdad, la luz me deslumbró. Guardó tanta en mi que puede mirar la noche, toda la noche, toda las noches. Todas las vírgenes son distintas. Sueño siempre en alguna virgen”.

En cambio, en La Poesía Sorprendida, no. V, Febrero 1944, la revista de los surrealistas dominicanos, aunque Ramón Lacay Polanco fue el primero en la novelística con La mujer de agua y no aparece en La Poesía Sorprendida, lo que implica que no eran todos ni estaban todos, aparece un poema en prosa de D. Moreno Jimenes que evidencia la coincidencia epocal con Bretón también en la prosa poética. Veamos.


“MUJER DE SIEMPRE”

“Al pedirme que hablara de la mujer colectiva de mi vida rondé dentro de mi ser por breves instantes y vacilé, oh, vacilé, cuando no debiera vacilar jamás. Ayer cuando estaba fresca y lozana la amaba odiándola como el segundo obstáculo de mi vida, hoy que es vela perdida, luz medio apagada, río sin sangre, dolor sin lágrimas, lágrimas calladas de soledad, flor sincera de olvido, ahora sí la quiero con el asir imposible del imposible, veo su almohada bañada por sus lágrimas. Oh el hijo que nunca fue de ella ni mío, sino de la alegría de la muerte y de la tristeza de la vida...

“Mujer residuo, mujer síntesis y mujer análisis de la mujer, a tus pies dejo mi voz sin voz, mi arco sin cuerdas, mi rima sin palabras, mi utopía sin ilusión”.

Quiero terminar diciendo que hasta ahora el informalismo consiste esencialmente en la supresión de forma, con la finalidad de: 1) Búsqueda de la verdad, y 2) Eclecticismo. Yo, por mi parte y conmigo el grupo de escritores   informalistas de Barahona, proponemos, además  de que confirmamos la necesidad de poner la poesía a la altura de un sacerdocio mediante: 1) Liberar el verso   2) Liberar la poesía del verso; y 3) Liberar la poesía de la palabra, tal como lo dispuso el Maestro manso, agregamos, por acción implícita de la nueva percepción de los más jóvenes, de ver el mundo hoy, que el arte y la poesía informalista trae aparejado esta nueva aptitud del espíritu, en  sustitución del puro automatismo del espíritu,   a saber: 1) Buscar la verdad trascendente usando el sexto sentido; 2) Visión clarividente con intuición para-científica; 3) Expresionismo romántico instintivo y perfecto en su inteligencia emocional, con intención inclusivista humanizante sobre la base del amor, encontrando el sentido de la vida en el propósito supremo del Creador, con limpieza del corazón lavado en la Cruz redentora; 4) El arte como religión universal, que logre re-ligar al hombre pues desvive desunido a causa de pasiones, intereses de clases o egoístas, y a causa de concepciones culturales y prejuicios, como son religiosas, razas, etc., fomentando la hermandad en Jesucristo como paradigma universal, todo ello conjugado con un espíritu de tolerancia, donde no sólo haya regocijo y respeto por el otro que es, a su vez, único e irrepetible y original aun frente a un  tercero, sino que hay que hermanarse con él buscándole, creando la sinergia que hace posible que la vida sigua siendo vida;  5) Equilibrio entre forma y fondo. Lograr mediante la libertad de la imaginación creadora instintiva, mediante el uso de fuentes diversas de pensamientos coincidentes o no la construcción de obras renovadoras de la herencia del pasado con aportes  de altos quilates estéticos, que la forma emerja del interior del fondo, y éste, desde el centro luminoso de la forma, siempre sincera y emotiva, donde un sentimiento verdadero hacia Dios, hacia la naturaleza, hacia  todos los seres vivientes, aseguren la salvación del planeta tierra, con sueños de eternidad inter-galáctica. y 6) Discurso no caótico ni del todo lógico; sino una poética de una imagen sutilmente lógica; 7) La religión como un ente particular, estableciendo un vínculo único entre Dios y cada hombre individualmente, como forma de vida trascendente.

Así, pues, termino con dos poemas de versos informalistas.




POEMA VII, de EL DIOS LEVANTADO y otras poesías informalistas, inédito.

(Nota: leer este poema en la página correspondiente de este mismo libro)





EL SUEÑO DE UN ELEFANTE

(Nota: leer este poema en la página correspondiente de este poemario).



(Conferencia dictada en el Ateneo de Barahona, junto a los escritores y poetas del Grupo Informalista de Barahona, el día 26 de agosto del año 2005).



He dicho. Muchas gracias.



Dr. ABRAHAM Méndez-Vargas.

Barahona, Rep. Dominicana.
26 de agosto del año 2005.    





CONCLUSIÓN


PROF. CARLOS DARÍO SOUSA SANCHEZ


Duarte era un hombre bueno. Abradjam es un hombre bueno, y cuando uno oye todo ese torrente de caridad y de estudio que nos ha presentado esta noche iluminada por las luciérnagas de nuestro espíritu, me siento feliz.

Abradjam, simple y llanamente tenemos que decir, Abradjam. No solamente es un hombre bueno, es un hombre inteligente, pero sobre todo Abraham es un creador y un maestro.

Yo a él normalmente le digo maestro, porque es una persona que como buen maestro que es, te obliga a trabajar y te dice las cosas como tiene que decírtelas. Y por eso yo quizá lo quiero tanto, como maestro y como amigo, y esta noche él nos ha dado, sin música, con una grata compañía, un paseo a ritmo de bolero, pero sobre todo a ritmo avasallador del elefante y trabajador como la hormiga.

Abradjam, gracias. Nuevamente te felicito por tu charla, por tus palabras. Te felicito además por ser un creador, por ser un hombre bueno y un hombre valiente, porque escribir como tú lo has hecho siempre trae a los puristas. Eh, yo, cuando hablo de purismo pienso en un escritor español que le encantaba, y a mí me encanta también, incluir en su devenir, en su discurrir, altisonante, como normalmente se dice a las palabras, pero muchas veces ese es el idioma y es como tenemos que hablar y esta noche tú nos ha permitido insertar  como maestro, al aliento social de Barahona, algo verdaderamente nuevo en cuanto a literatura se refiere, un movimiento literario, el informalismo,  con una unidad de propósito, que va más allá del puro “realismo académico” de sus integrantes, donde el azar, la búsqueda de la verdad, el eclecticismo incluso la improvisación que lo abarca todo, patenta con el informalismo un movimiento que antes no teníamos y que  está llamado a influir en todas las artes, y nos ha dicho cómo tenemos que hacer las cosas, cómo tenemos que hablar, cómo tenemos que escribir y sobre todo vamos a escribir siendo valiente. Gracias Abradjam y buenas noches a todos.

Nota: Estas palabras de Sousa, así como las de Reyes Novas y Matos Pérez, fueron transcritas de la cinta gravada al efecto.



FIRMAS DEL GRUPO INFORMALISTA DE Barahona, EN ADHESIÓN  A LA CONFERENCIA-MANIFIESTO LITERARIO INFORMALSITA QUE CONSTA PRECEDENTEMENTE, REDACTADO POR ABRAHAM MENDEZ VARGAS, COMISIONADO AL EFECTO.

CARLOS DARÍO SOUSA SANCHEZ,
BENJAMÍN TORAL,
LUIS MIGUEL VARGAS DOMINICI,
JULIO GOMEZ FELIZ,
EDUARD SUERO,
ÁNGEL EMILIO RAMIREZ,
CECILIA MUÑOZ
ABRAHAM MENDEZ VARGAS,
TAIANA HORIA MENDEZ CUEVAS,
BIENVENIDO MATOS PEREZ,
 EMILIO REYES NOVAS,
EURIOL (ORIOL) RODRIGUEZ TORRES,
LUIS A. PEÑA GONZALEZ,
MILEDYS GARCÍA,
ROLANDO DIVERGE,
JULIO A. VARGAS MATOS,
JOSE RAFAEL SERRANO,
VARMIS TERRERO,
NEURIDIN PEREZ MATOS,
JOSE ANTONIO PEREZ VALENZUELA,
LUIS A. ARIAS MICHEL,
HIPÓLITO EURIPIDES VELÁSQUEZ VARGAS,
JUAN DAVIS PEREZ.

NOTA FINAL: El hombre es un árbol de ciclo largo, de fruto mayor, contrario a los animales que nacen dados por completo, por lo cual copia de este manifiesto fue entregado a cada integrante del Grupo Informalista de Barahona, así como a escritores nacionales que nos orientan, como es el caso de Manuel Mora Serrano, con la firme esperanza de que con el tiempo los frutos de este esfuerzo del espíritu creador serán aportados en forma excelente, Dios mediante, pero que, por otra parte, los grandes nombres de las letras nacionales conozcan desde ya nuestro esfuerzo, a fin de que no quedemos ignorados o sin un estímulo verdadero que nos impulse.

OTROS ESCRITORES Y POETAS ADHERENTES AL MANIFIESTO

CELMIRO KORYTO,
ARGENTINO ISRAELI.

GUSTAVO PEREZ,
ISRAEL.

VICTORIA ASIS,
ARGENTINA.

VICTOR CUELLO,
DOMINICANO.

NOUEL PEREZ FLORIAN,
DOMINICANO.

JOSE MIGUEL FELIZ BAEZ,
DOMINICANO.

MARIA DE LA SIERRA LOPEZ ,
ESPAÑOLA

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