Y aunque te siento en el chelo de mi alma que suena con su dolor aferrado en los matices lumínicos de mis lágrimas, hoy, no logro calmar esta nostalgia, es que en el abismo del vivir me he comprendido sin ti...
Como melódico arpa aflora en el gris de abril, el dolor, inunda la atmósfera que respiro enrarecida en el tiempo de tan amarga injusticia, cuerpos desnutridos golpean las ventanas de mis ojos y quiero cerrar las persianas para no ver las sobras de las cenizas, dejadas por esta guerra inconmensurable de sentidos
SIENTO EL DOLOR DE LA VIDA QUE ME RODEA, QUE ME ATRAPA, QUE ME INUNDA, NADA MÁS MORTAL QUE LA VIDA MISMA, LLENANDO DE HEMÁTICA INCONSCIENCIA LA EXISTENCIA DEL NO SER.
Seres de manos extendidas, ojos grandes que sobre salen de sus rostros, pequeños labios partidos por la falta de besos, almas en cimarrones hambrientas de abrazos y olor maternal.
Mientras este viento sur que aunque es otoño, trae ese frío que estremece, no por frío, sino por la soledad en el sentir, soledad en el ver. ¡Dónde el mundo perdió su poncho, dónde el rumbo de la dialéctica quedó colgada de un árbol seco del desierto y murió de sed!
Dónde el mundo, dónde la vida, ni la luz del SER ya ilumina! ni tu rostro en la oscuridad de la penumbra en que te lloro, siempre tu rostro presente en el puñal que hiere y corta en herida sangrante el cielo ,con la vehemencia de tu mirada inconclusa en el misterio de la incomprensión, truena el cielo en el peor de los momentos y debo huir de mis sentidos rauda por temor a no quedar colgada en tu cordura, magnífica, estable, caballeresca, estática, inclemente.
Debo irme, adiós, me marcho volando en mi Rocinante con alas aunque no me acompañe Sancho, no importa, debo irme igual, ya no quiero esta angustia de la impotencia ,sentires navegando solitarios en mis venas, fuego interior de tristeza ajena, ya basta no me tortures, como si no bastara con la mía. He guardado angustias por todos los cajones en el armario del recuerdo, no me alcanza la vida para degustar tanta melancolía pero me destruye el mundo, quiero morir de amor por ti, pero no de HAMBRE, HUÉRFANA en GUERRAS sin sentido o por destrucción anticipada.
Mi ser en sí, busca sobrevivir ,traspasar el muro, llegar, volar tan alto como puedan mis alas, pero siento el peso de la vida, ancla que no me deja, impúlsame en tus acordes infinitos ,suelta las amarras de mi alma, déjame ser, no me excluyas ,quiero la vida , quiero la vida en otra vida, no esta, no la mundana, sino la eterna, el paraíso de un idealismo platónico que espera mis pasos, donde tú estarás en el sabor de mis besos, sólo nuestro amor es capaz de hacernos vivir ante tanta muerte...
Y si no para qué ?quién quiere vivir por siempre?...
Sandra Gonzalez Lescano
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